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Proceso de elaboración

El olivar es el origen y principio de todo lo que hacemos en MIGASA. El extenso manto de olivares que cubren nuestras tierras es donde se originan nuestras pequeñas joyas, las aceitunas. Su cosecha y mantenimiento durante toda la campaña son fundamentales para la obtención de un aceite de calidad con atributos organolépticos perfectos.
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ACEITES DE OLIVA Y ORUJO


RECOLECCIÓN

Las aceitunas son recogidas entre los meses de octubre y diciembre, una vez que el calor no está tan presente para evitar dañar las aceitunas. Estas llegan a la almazara, son separadas de otros elementos naturales (hojas, ramas o piedras) y lavadas para que el producto sea lo más puro posible.

ALMAZARA: MOLTURACIÓN, BATIDO Y CENTRIFUGADO

Primero, se muele la aceituna completa y, posteriormente, se realiza un primer batido lento y en frío, donde se separan las distintas partes de la misma y obtenemos las primeras gotas de aceite.

El producto restante, se somete a un proceso de centrifugado del que se obtiene, por un lado, la mayor cantidad de aceite posible y, por otro, el subproducto conocido como Alperujo, que trataremos posteriormente.

El aceite que se obtiene como resultado únicamente de procedimientos mecánicos, vuelve a ser centrifugado para separarlo completamente de esas pequeñas gotas de agua que pueden acompañar a la aceituna, obteniendo así aceite de oliva cien por cien.

Para garantizar la mayor calidad y longevidad del aceite, se recurre al procedimiento de filtración. De esta forma aseguramos la eliminación completa de cualquier resto orgánico de la aceituna no deseable.

Una vez completado el proceso, los aceites, son analizados y catados en la almazara para categorizarlos entre los siguientes grupos:

  • Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE): Es aquel cuyos niveles de acidez química son inferiores a 0,8° y organolépticamente no tiene defecto alguno. El resultado obtenido a través de panel de cata debe ser cero y su mediana de frutado debe ser mayor que cero.
  • Aceite de Oliva Virgen: tiene niveles de acidez superiores al Virgen Extra, debiendo ser menores o igual a 2°. En el panel test debe obtener un resultado menor o igual a 2,5, siendo la mediana de frutado mayor que cero.
  • Aceite de Oliva lampante: con una acidez superior al 2% y múltiples defectos, que lo hacen no apto para el consumo humano.

Las dos primeras categorías, aceite de oliva virgen extra y aceite de oliva virgen, con unas propiedades extraordinarias, son aptas para el consumo directo tras el envasado.

ACEITE DE OLIVA LAMPANTE: PROCESO DE REFINADO

El aceite de oliva lampante, que contiene las mismas propiedades nutricionales que el virgen y el virgen extra, es sometido al proceso de refinado para adaptar sus cualidades al consumo humano.  

Como resultado de este proceso de refinación, obtenemos un aceite algo más plano y suave, al cual debemos incorporar aceite de oliva virgen extra para aportar sabor y obtener Aceite de Oliva Suave y Aceite de Oliva Intenso (respectivamente), con un grado de acidez máximo del 1,5%, ya aptos para el consumo humano. 

ALPERUJO: DESHUESADO, PELETIZADO Y EXTRACCIÓN

Al Alperujo, anteriormente mencionado, se le extraen las partículas de hueso que contienen, las cuales son utilizadas para generar energía a través de biomasa. 

El producto restante es almacenado en balsas durante una temporada para favorecer su secado. El proceso continúa tras los meses de calor en los cuales, con la ayuda del sol, hemos podido extraer gran cantidad del agua que contiene este producto. Para alcanzar el 100% de extracción de agua se lleva a cabo un proceso industrial de secado.

Una vez deshuesada, se lleva a un secadero y se peletiza, obteniendo así un formato de producto granulado. Tras la peletización, es necesario someter el producto al proceso de extracción, donde se extraen las moléculas de aceite que continúan quedando y conseguimos el aceite conocido como aceite de orujo crudo.

REFINADO: ACEITE DE ORUJO DE OLIVA

Al igual que en el aceite de oliva lampante, al aceite de orujo también se le somete a un proceso de refinado y se añade aceite de oliva virgen o virgen extra para potenciar el sabor. Así obtenemos el Aceite de Orujo de Oliva, apto para el consumo y listo para ser envasado.
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ACEITES DE GIRASOL Y SEMILLAS


RECOLECCIÓN

Los campos de girasol, granilla de uva y colza, repartidos por toda España, son labrados y cosechados por un gran número de agricultores asociados a Migasa. De su trabajo obtenemos semillas de máxima calidad para poder elaborar nuestros aceites.

MOLTURACIÓN Y EXTRACCIÓN

Estas semillas son trasladadas a la extractora, donde entra en prensado para extraer mediante procesos mecánicos la máxima cantidad de aceite posible. Para obtener el resto de aceite, la semilla se somete al proceso de extracción. Es en este proceso donde se aprovecha y agota casi la totalidad del aceite de la semilla, dando lugar al aceite crudo. Como subproducto de este proceso, se obtienen harinas, que son destinadas a alimentación animal.

REFINADO Y ENVASADO

Por último, el aceite crudo es sometido a un proceso de refinación completo, del cual obtenemos aceite refinado listo para el consumo. Este aceite puede ser suministrado a granel o bien envasado en sus diferentes formatos, y comercializado con destino al consumidor final.